UN AROMA, UNA EXPERIENCIA, UN RECUERDO.

No es ningún secreto que el marketing experiencial crea resultados increíbles para las empresas, llegando a los consumidores a nivel personal, apelando a sus emociones y deseos de experiencias cuidadosamente diseñadas.

Con un fuerte aumento en las campañas de marketing experiencial y un gasto proyectado de 740 mil millones de dólares para 2020 solo en los EE. UU., las empresas de todos los sectores pudieron interactuar con sus audiencias a través de interacciones cuidadosamente seleccionadas. Esencialmente, el marketing experiencial es un concepto mediante el cual las empresas toman la esencia de un producto y la amplifican en un conjunto de experiencias tangibles, físicas e interactivas que refuerzan la oferta llegando a los consumidores a través de una viviencia para estimular la emoción y la conexión con la marca.

A diferencia de la visión tradicional del consumidor que busca características y beneficios racionales, el marketing olfativo ve a los consumidores como seres emocionales preocupados por lograr experiencias placenteras. Con infinitas oportunidades, el concepto de marketing sensorial abarca una amplia gama de conexiones creadas para cada marca y consumidor objetivo.

Desde eventos de celebración dignos de Instagram, logros deportivos que provocan adrenalina, hasta la promoción de destinos vacacionales exóticos en la lista de deseos, las marcas compiten para obtener lazos emocionales significativos a través de estas campañas. Si bien las experiencias buscan estimular creativamente los puntos de contacto sensorial, vincular la campaña de marketing olfativo a una fragancia única puede fomentar conexiones emocionales más fuertes e incluso el recuerdo del aroma, promueve recuerdos vívidos y agradables de la experiencia.

Después de todo, es nuestro sentido del olfato el que está directamente relacionado tanto con nuestras emociones como con la memoria, más persuasivo que todos los demás sentidos. Al incorporar una fragancia adecuada que coincida con el tema u objetivo de la campaña, los clientes se sumergen por completo en una experiencia multisensorial e inolvidable.

Imagínese recibir una invitación exclusiva de una reconocida etiqueta de bebidas espirituosas a un bar de whisky emergente secreto. Al entrar en el espacio tenuemente iluminado, es transportado en el tiempo: ve las botellas resplandecientes que bordean la barra, siente el calor de la chimenea rugiente, saborea la complejidad del whisky, escucha la música y, lo que es más importante, huele un ambiente acogedor y agradable. Mezcla nostálgica de sándalo cremoso, tabaco ahumado y dulce, ámbar caramelizado y un toque de bergamota que realza la sensación mística y sensualidad. Esta experiencia sensorial, junto con la fragancia personalizada, se traduce en una memoria a largo plazo, ya que una fragancia evoca recuerdos que son más emocionales que los creados a través de otros sentidos.

Con el éxito innegable de un branding aromático, es lógico combinar los beneficios adicionales del marketing olfativo con la campaña y la estrategia generales para una mayor percepción de conexión personal, provocando respuestas emocionales y promoviendo recuerdos duraderos de la experiencia de la marca.

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